Douglas Enrique Valiente Aray
Douglas Enrique Valiente Aray
Douglas Enrique Valiente Aray ( nacido 1° de enero de 1958), en Valle de la Pascua estado Guárico es un jockey que nació de una apuesta o de una promesa. Incitado por su cuñado quien le hablo de la vida de los jockeys y de su irresistible ascensión a la idolatría y a la riqueza. Alguien más, Guillermo Salswach, le hizo jurar que llegaría a conquistar el merecimiento de la fama. Tironeado por la seducción y el juramento, el hastiado de la regla de tres y del pluscuamperfecto no dudo un instante en tirar los bártulos de estudiante y enrumbar hacia La Rinconada.[1]
Biografía
Sus comienzos en el mundo Hípico son muy vagos, pero el muchacho que fuera durante largo rato un apellido comprometedor, y la frágil postura y la estatura breve, cruzó el umbral del Hipódromo La Rinconada como si entrara a una factoría o a una compañía anónima en busca de.
Entro a la Escuela de Jinetes del Ovalo de Coche, donde transcurrió en arreglar camas, respirar aquel olor de alquitrán y de pomada acre o el relente de pajonal reseco de las pacas de alfalfa que cunde por los establos, más el relincho y el golpe de los cascos contra los bocks pregonando infortunios de monotonía.
Por motivos del incidente del Negro Cruz, que se desbarrancó de un caballo una aciaga mañana de traqueos, clausuran la escuela y la matricula que abrigaba los sueños de Douglas se vieron frustrados y con sabor a descontento.
Migro al Hipódromo de Ciudad Bolívar con una fuerza interior que crecía y lo hacía sentir el jinete que en poco tiempo logro ser.
A penas a comienzo de su carrera sufre un accidente espeluznante en los 950 metros empezando la recta de enfrente, por culpa de las intemperancias de los caballos Grozni (que entrenaba Humberto Montiel) y de Sliperi que, después de derribar y volar por los aires al jinete Pedro Ramírez, se enreda con las patas de Grozni dando una vuelta de campana cayéndole encima a Douglas enviándolo 5 meses en una habitación del Seguro Social Héctor Nouel Joubert con un brazo y las dos piernas totalmente enyesadas con Fractura de Pelvis y prácticamente inmóvil, pero esto no lo hizo desistir de sus ansias de seguir con la determinación de insistir con el peligro que ha debido parecerle vecino de la gloria.
Ciudad Bolívar era muy poco para quien quería apostar a si mismo sobre un purasangre de carreras, Douglas Valiente miró más allá y La Rinconada lo llamaba como la nube al relámpago.
Le dice adiós a la vieja ciudad del Orinoco, donde había probado por primera vez su apellido.
Es el Hipódromo de la Rinconada quien le cede la matrícula de jinete y casi después de un rato la ocasión de competir con su destino en los lomos de Carovén, con quien perdió llegando de tercero pero gano el orgullo de un jockey a punto de fulgurar largamente, que no llego fácilmente tuvo que soportar bajo el sillón a caballos demasiado terrestres.
Al tiempo se subió al espinazo del tordillo Santurrón sintiendo el empuje, la respiración preciosa de esa criatura alada, y miro por encima de su hombro pues nadie podría ensuciarle el triunfo.
Pues es allí cuando Douglas Valiente demuestra que vino al mundo a ganar, a ser el mejor, comenzó a registrar en las caballerizas y en los studs, proponiendo sus dones para conducir al crack del momento.
Toco a las puertas de ese pueblo de preparadores, propietarios, veterinarios, curanderos, brujos, apostadores lícitos e ilícitos, que no termina nunca porque sus muros se prolongan más allá de las tribunas y de los establos.
No miraría hacia atrás.
No tenía tiempo para ver quien le pisaba los talones, quien se abría en los codos de la curva, quien fueteaba por su lado de sentir para aprovechar una mínima rendija entre dos caballos y colarse por ahí echándole tierra o fango a su pasión por la recta final y el cabeza a cabeza.
En una semana consiguió cinco triunfos en fila, ganó el Título de Campeón Aprendiz en ese año 1979, una historia que había comenzado a lo sumo en un instante, en una rodada aparatosa de Ciudad Bolívar, pero que prometía una leyendas de clásicos y de triplecoronas.
El muchacho aprendiz de 21 años había quedado lejos y el fervor de los fanáticos y las cuadras de los mejores cracks de los hipódromos de Caracas, Valencia y Maracaibo el fervor dos jockeys, haciendo que Douglas Mientras se fuera a probar su linaje de jockey a Florida, al país de los Shoemaker, los Pincay, los Cordero.
Allá enfrento distanciamientos, sanciones, pero nada consiguió que desmayara su ganas de irradiar sobre los purasangre.
Gano varias carreras.
Una de ellas, el prestigioso Florida Handicap, dejo muy en alto los colores venezolanos cuando ganó la estadística en Gulfstream Park a finales de los 80 y abrió la puerta a otros buenos jinetes criollos para que cumplieran campaña en tan exigente medio.
También en un meeting de Tropical Park, en el que gano 18 clásicos de los 19 programados implantando un récord".
Y volvió a La Rinconada a enfrentar a Tovar, inalcanzable con sus 16 estadísticas al hilo ganadas a punta de inteligencia, astucia y dioses equinos.
En el Gran Premio Clásico Simón Bolívar de 1998, Allá estaban, en el aparato de la partida Don Grey con Juan Vicente Tovar y con Douglas Valiente se miraban, era su oportunidad, se dió la partida Jib Dancer punteo durante toda la recta final, con un Valiente decidido a todo, cruzo el disco por segunda vez en un Simón Bolívar, pero Don Grey junto con Yagualera cerraron el marcador, Douglas Valiente quien se bajó del caballo, parecía humillado, quería estar sobre los lomos del caballo toda la vida.
Grandes ejemplares, sin mezquinarle el lugar que ocupan El Gran Sol o Catire Bello, ultimo triplecoronado después de Iraquí, esto es, después de Juan Vicente Tovar.
Douglas Valiente fue una figura controversial, a ratos cuestionada hasta el cansancio y a ratos idolatrada como a ninguna.
Pero era una figura, no hay duda.
Empató la estadística de 1984 en una temporada memorable con Juan Vicente Tovar con 101 triunfos con una victoria fabulosa sobre la yegua The Duchess.
Es, junto al mismísimo Tovar, los únicos jinetes en repetir en Triples Coronas en La Rinconada: Tovar con Blondy (1978), Gelinotte (1980) e Iraquí (1985) y Douglas Valiente con Catire Bello (1992) y Miss Marena (1994).
Ganador en tres oportunidades del Gran Premio Clásico Simón Bolívar, dos con El Gran Sol (1995 y 1996) y uno con Jib Dancer (1998), dos veces del Clásico del Caribe, con Benemérito en 1986 en el Hipódromo de Aguas Calientes de Tijuana, México en un verdadero lodazal, poco o nada le importo el promontorio de fango esparcido en la pista, de igual manera se burló; de sus oponentes para darle a Venezuela la importante ganancia y gracias a ese triunfo se le abrieron las puertas de Estados Unidos, y Alighieri en 1997 en su patio de La Rinconada y así, con ese sello de jockey estrella, deleito al público en un espacio que sirvió para conocer a uno de los mejores látigos de cualquier tiempo.
Ganó 1693 carreras en Venezuela y mas de 200 en Estados Unidos y otros Hipódromos; también conquisto mas de 100 clásicos, su especialidad.
Su ultima victoria fue a bordo del caballo Super Show el sábado 25 de Marzo de 2000, pocos días después tuvo una terrible rodada del ejemplar Tiro Fijo en el Hipódromo de Valencia, que lo alejó de las pistas, pero como siempre estaba ansioso por regresar.
Tenía prometida la monta de otro campeón, My Own Business, de quien Douglas manifestaba que era el mejor caballo que había galopado y que no tenia dudas de que iba a arrasar con todos los Clásicos.
Irónicamente, un día antes de montar al potro por primera vez, sufrió la fractura de su fémur izquierdo.
La ultima monta del campeón se produjo el domingo 13 de agosto de 2000 sobre la tordilla Solidaria, arribando en el tercer lugar.
Lamentablemente no pudo logra su sueño tan anhelado de montar al campeón My Own Business pues el 14 de agosto 2000 este ejemplar jinete fallece tras un terrible accidente.
Realmente son pocas las palabras para alabar a esta gran estrella del látigo quien con 42 años, todavía tenía mucho por demostrar.
Este jinete que, basándose en calidad y habilidad, se convirtió en acaparador de los grandes eventos del hipismo; que siempre dio la impresión de ser el más seguro, el más inteligente, más capacitado; que logro trascender las fronteras del hipismo para darse a conocer mucho más allá, convirtiéndose en figura del deporte; que, en fin, logro labrarse una historia propia dentro de este gran mundillo apasionante.